Oír y escuchar


La diferencia entre oír y escuchar tiene que ver con los tipos de procesos fisiológicos o cognitivos asociados a cada uno.

Oír es percibir un sonido, lo cual requiere el funcionamiento del sentido del oído y el sistema auditivo para interpretar de qué se trata.

Escuchar, en cambio, involucra no solo la acción de oír los sonidos, sino comprenderlos y responder en función de dichos estímulos. Por lo tanto, implica procesos cognitivos de atención, concentración, memoria y aprendizaje.

Oír Escuchar
Definición Capacidad para percibir estímulos sonoros. Capacidad para prestar atención a los sonidos e interpretarlos.
Sistemas y procesos involucrados

Sistema auditivo:

  • Oído externo.
  • Oído medio.
  • Oído interno.

Sistema auditivo:

  • Oído externo.
  • Oído medio.
  • Oído interno.

Procesos cognitivos:

  • Atención.
  • Memoria.
  • Comprensión.
  • Aprendizaje.
Características
  • Es una respuesta fisiológica.
  • Requiere del funcionamiento del sistema auditivo.
  • Es un acto involuntario.
  • Implica la activación permanente del sistema auditivo.
  • Es una capacidad que puede perderse con el paso del tiempo.
  • Es una capacidad que puede estar ausente o restringida en algunas personas.
  • Es un acto fisiológico y cognitivo.
  • Es una acción voluntaria.
  • Implica atención y concentración.
  • Es una capacidad que puede perderse con el paso del tiempo.
  • Es una capacidad que puede estar ausente o restringida en algunas personas.
Factores que pueden influir
  • Patologías auditivas.
  • Edad.
  • Lesiones.
  • Patologías auditivas.
  • Patologías cognitivas.
  • Problemas de atención y/o concentración.
Ejemplos Estar en la calle y oír el sonido de los árboles, las bocinas de los autos y los pasos de los peatones de forma simultánea. Oír una conversación, prestar atención a lo que se dice, entenderlo y generar una respuesta coherente a partir de lo que escuchado.


¿Qué es oír?

Oír es la acción de percibir un sonido, por lo tanto, se refiere a la capacidad fisiológica de recibir un estímulo en forma de ondas sonoras e interpretarlo.

Cuando caminamos por la calle y podemos percibir el sonido del viento, las bocinas de los autos o alguna conversación próxima, estamos oyendo.

Para oír no se requiere una acción específica ni voluntad. Los sonidos están en el ambiente y el sistema auditivo se encarga de captarlos.

En ese sentido, oír es una respuesta de nuestro cuerpo ante un estímulo sonoro, no es algo que podamos controlar a voluntad. Eso quiere decir que no podemos evitar oír, salvo que tomemos las medidas pertinentes (usar auriculares, taparnos las orejas o estar en una habitación aislada).

Oír viene del latín audiere, que significa percibir un sonido.

¿Qué necesitamos para oír?

Para oír, se requiere del correcto funcionamiento del sistema auditivo, que consta de tres partes:

Oído externo

Es la parte visible de la oreja. Está compuesta por el lóbulo, el pabellón auricular y el tímpano.

Oído medio

Es la parte que comunica al oído externo con el oído interno. Allí se encuentra la cadena de huesecillos, compuesta por tres estructuras óseas llamadas martillo, yunque y estribo.

Oído interno

Contiene la cóclea (una estructura con forma de caracol) las células y los nervios auditivos que envían el sonido al cerebro.

¿Cómo funciona el sistema auditivo?

El sonido está compuesto por ondas sonoras. Estos estímulos entran por el oído externo y pasan por el tímpano generando vibraciones.

Estas vibraciones llegan al oído medio y la cadena de huesecillos se encarga de recibirlas y enviarlas al oído interno.

Cuando estas ondas sonoras llegan a la cóclea impulsan la salida de las células ciliadas, responsables de convertir las vibraciones en impulsos eléctricos, que luego serán enviados al cerebro a través del nervio auditivo.

Una vez en el cerebro, estos impulsos son interpretados como sonidos. Esto quiere decir que el sistema auditivo no para, ya que este proceso ocurre de manera ininterrumpida con todos los estímulos sonoros que se encuentran en el ambiente y que podemos percibir.

Factores que pueden afectar la audición

Tener sistema auditivo no significa que se tiene capacidad de oír. Hay algunos factores que pueden afectar esta capacidad:

  • Patologías (innatas o no) que generaron pérdida de la audición.
  • Edad: en algunas personas el envejecimiento implica pérdida de la audición.
  • Traumas, es decir, accidentes o lesiones que dañaron el sistema auditivo.

Dependiendo del tipo de patología o trauma, es posible recuperar la capacidad de oír de forma total o parcial con la ayuda de aparatos auditivos o implantes cloqueares, previa evaluación médica.

¿Qué es escuchar?

Escuchar es la acción de prestar atención a un sonido. Esto requiere el funcionamiento del sistema auditivo y además, de otros procesos o funciones cognitivas y psicológicos.

Para escuchar se requiere de la voluntad del oyente, ya que si su sistema auditivo funciona correctamente va a oír. Pero es su interés, capacidad de concentración, atención y memoria lo que va a permitir que pueda entender, retener e incluso responder a lo escuchado.

Escuchar viene del latín auscultare, que significa “inclinarse para aplicar la oreja”.

¿Cómo escuchamos?

En el proceso comunicativo existen varios elementos:

  • Emisor: es quien envía el mensaje.
  • Receptor: es quien recibe el mensaje.
  • Código: es el sistema utilizado para crear el mensaje (lengua española, código binario, etc.).
  • Mensaje: es que lo que se quiere transmitir o comunicar.
  • Canal: es el medio que se utiliza para enviar el mensaje (teléfono, web, email, etc.).
  • Ruido: son interferencias o problemas que pueden surgir durante la comunicación.
  • Feedback: es la respuesta que da el receptor, que a partir de ese momento pasa a ser emisor.
  • Contexto: es la situación en la cual se genera el acto comunicativo.

Para que el proceso comunicativo pueda darse de manera exitosa, se requiere que el emisor envíe un mensaje, y que el receptor lo reciba e interprete. Si la situación lo amerita, el receptor tendrá que responder (feedback), pero no podrá hacerlo adecuadamente si no entendió o no prestó atención al mensaje.

Un ejemplo clásico de escucha es el de una clase en la que todos los estudiantes están oyendo lo que se dice, pero no todos están escuchando. Algunos estudiantes no están atentos, otros tal vez no oyen bien, otros quizá sí pueden oír, pero no tienen la capacidad cognitiva para entender lo que están escuchando, etc.

Factores que pueden afectar la escucha

Oír no necesariamente implica escuchar. Hay algunos factores que pueden interferir en este proceso:

  • Problemas auditivos: si un sonido no se percibe adecuadamente, va a ser difícil interpretarlo.
  • Dificultades de atención: las personas con déficit de atención no pueden concentrarse en una tarea de forma prolongada. Esto puede generar problemas de escucha.
  • Problemas en el proceso comunicativo: ruido, mensaje incompleto, fallas en los canales comunicativos, etc.
  • Problemas cognitivos: la pérdida de memoria o la demencia pueden generar problemas para entender lo oído.

Ver también: